lunes, 25 de enero de 2016

¿Qué voy a encontrar tras dejar la oposición? ¿Nos tomamos un café?

Muchos me habéis preguntado cómo está la cosa ahí fuera más allá de las cuatro paredes.
Voy a decir primero las típicas frases que hay que soltar porque de lo contrario no estaríamos hablando del mundo laboral: todo está fatal, no hay trabajo, ya nadie contrata, no hay dinero...

Una vez dicho esto, ahora en serio. La respuesta depende de muchos factores, de si vives en ciudad grande tipo Madrid, Barcelona, Valencia...o si vas a probar suerte en una ciudad más pequeña. Y el segundo factor a tener en cuenta es si vas a saber o no tener jefe.

En el caso de las grandes ciudades hay macro despachos tipo Uría, Garrigues... en los que sí se tiene en muy buena consideración a un ex opositor. Saben que tiene amplios conocimientos y que está acostumbrado al sacrificio. Pero ojo, aviso a navegantes, sé por experiencia de muchos conocidos, que se trabaja lo que no está escrito, hay horario de entrada pero no de salida, muchas veces se sale de madrugada, se va uno a pegar a casa una ducha y vuelve un par de horas después. Lo digo porque en caso de que esa sea la opción escogida, es importante que se cojan fuerzas y se dé un poco de descanso al cuerpo y a la mente.

Es cierto que es una buena oportunidad para estar un tiempo, pues se aprende muchísimo, se tiene un buen sueldo, y hace currículum, pero sabed que es muy sacrificado, por lo que dejar una oposición y acto seguido meterse en un despacho así puede ser contraproducente. Más vale reponer fuerzas un par de meses, darse un tiempo para uno mismo, porque aunque penséis que no lo merecéis, no es cierto, después de un esfuerzo tan grande cuanto menos os debéis unos cuantos paseos, cañas, pelis y mantas, días sin hacer nada...

A parte de ese tipo de despachos, en las ciudades grandes contáis con un gran número de másteres. No soy la más indicada para hablar de ello, porque yo ni me molesté en mirarlos. En mi caso estaba tan saturada de estudiar y con el cabreo que tenía por la pérdida de mis temas, no quise estudiar nada más, pero sí que hay muchísimas opciones y en muchos casos es una buena manera de asegurarse unas prácticas laborales.

En caso de las ciudades pequeñas las opciones son distintas. Si lo que se quiere es ejercer como abogado procesalista, lo normal es encontrar un despacho en el que hacer una pasantía, pero yo aquí insisto mucho, siempre que valga la pena y se esté aprendiendo, porque tampoco estamos como para seguir donando nuestro tiempo a la ciencia...

Hay muchas oposiciones que permiten ofrecerse como abogado especialistas; inspector de hacienda, inspector de trabajo, judicaturas, así que si ese es vuestro caso y os sigue interesando esa materia, que más vale que sea así después del esfuerzo para memorizarla, no dudéis en ofreceros a despachos, en enviar vuestro currículum a diestro y siniestro porque por muy poca experiencia que tengáis en la materia, creedme, seguro que dais mil vueltas a muchos de los que se dedican a ellas o dais con un despacho al que le venga bien tener un especialista en algo en concreto.

La última opción es la de ser autodidacta. Puede darse el caso de que no encontremos un trabajo, o una pasantía, o no podamos o queramos pagar un máster, o falten todavía unos meses para que empiece alguno. Puede que tarden más de lo que esperábamos en llamarnos de algún despacho o puede que todavía no sepamos dónde mover ficha. En ese caso, hay que evitar que vayan pasando los meses estando en casa, compadeciéndonos de nosotros mismo y pensando lo que se podría haber sido y lo que ni siquiera encuentras la oportunidad de ser.

Pero que no cunda el pánico, Woody Allen, Roberto Bolaño o Tarantino han sido autodidactas.
Tarantino decía; "yo no estudié cine, yo fui al cine"

Así que si algunos estáis en ese punto muerto de esperar que alguien os llame o empiecen las entrevistas para tal o cual sitio, no esperéis quietos. Yendo a ver juicios y tomando notas, o buscando escritos en internet, preguntas frecuentes, leyendo sobre la materia se aprende muchísimo, y sobre todo no se tiene la sensación de estar en tierra de nadie, con todo lo que ello conlleva.




domingo, 17 de enero de 2016

Estoy opositando, ¿puedo ponerme enfermo?

Suena el Piiii piiii de cada mañana, no me doy cuenta hasta al cabo de un rato de que el ruido está al lado de mi cama y no dentro de mi cabeza. Levanto el brazo para apagar el despertador y decirle que sí, que ya me he enterado, que cómo no me voy a enterar con lo que suena el muy jodido, con lo que lleva sonando desde hace meses, y es entonces cuando me doy cuenta de que el brazo me pesa más que de costumbre. Un escalofrío me recorre de arriba a abajo, estoy todavía  debajo del edredón pero me tirita todo el cuerpo. Me toco la cara y está  ardiendo...lo inevitable ha llegado y no puedo hacer nada para evitarlo, me he puesto enferma y mañana canto!!!nooooooo!!!

¿Cuántas de estas mañana habéis tenido? 
Como persona que se es mientras se oposita, la enfermedad es una posibilidad que está al acecho, y más teniendo el sistema inmunológico como se tiene cuando el estrés es lo que se desayuna por las mañanas y lo que apenas se apaga por las noches. Pero como opositores, como aquel pretendiente de cumplidor de planning semanal, es imposible, o está prohibido quedarse unos días en la cama. Vamos, impensable.

Si no sales de la cama porque no te sostienes en pie, los temas no te quitan ojo desde encima de la mesa, el cronómetro cuenta segundo a segundo, y más lentamente que de costumbre, el tiempo que pasa mientras dice " todo este tiempo es el que estás perdiendo", y así no se recupera nadie.

Si le comentas a alguien ajeno a la oposición que estas enfermo dirá, " ale, pues sopita y a la cama" y mientras piensas " si, sopita tu madre, que yo tengo 300 artículos que repasar esta semana".

Durante la oposición son muchos los días en los que toca estudiar con 39 de fiebre, con la nariz en carne viva, con la boca llena de llagas, o casi afónico por completo, sin embargo, esos días, por muy duros que sean, no se puede dejar de intentarlo. Está claro que si no se pueden meter las mismas horas que de costumbre tampoco es el fin del mundo, y que siempre se puede recuperar un día fallido por enfermedad con el día libre de la semana, sin embargo, una incógnita que tiene todo opositor es la siguiente; ¿ cómo narices voy a estar el día del examen? Es decir, ¿ alguien me asegura que el día del cante ante el tribunal o el día del dictamen o del test o del examen escrito voy a estar en perfectas condiciones? ¿ voy a sentirme genial, despejado, sin frío ni calor? 

Pues no, la respuesta es que no. Son muchos los casos, y más de los que creemos, precisamente porque cuando están los nervios a flor de piel es más sencillo coger cualquier cosa, en los que toca enfrentarse al " gran día " no estando al 100%. Por ello, nunca está de más intentar cantarse los temas, o redactar uno estando enfermo. Cada uno de esos intentos es una probabilidad más de poder hacer frente a ello el día del examen.

Y sí amigos, esta es una más de las injusticias que se sufre opositando. Cuando alguien te comenta que menuda suerte no tener que ir a trabajar y poder estudiar en casa sin rendir cuentas a nadie, pudiendo quedarse en la cama sin pedir permiso al jefe y sin horarios... tú simplemente tragas saliva porque con antecedentes penales no te puedes presentar a ningún examen. 

viernes, 8 de enero de 2016

Estado civil: convocado

Durante toda la oposición, sobre todo en las que no convocan todos los años, se espera como agua de mayo la convocatoria y se vive escuchando opiniones, rumores, y haciendo cálculos de cuando puede salir o dejar de salir.

" Si convocan en dos meses tengo que...." " A ver cuando convocan" "He oído que alguien cercano a un compañero que conoce a muchos opositores, a su vez había oído que un amigo de ellos dice que convocan ya"

Nunca creáis ese "dicen que convocan ya", porque a mí me costó varios sustos y sobresaltos y el concepto de "ya" es bastante relativo; ¿ya mañana? ¿ya este año? ¿ya en algún punto del espacio tiempo?

Así que la mayor parte de la oposición vivimos en un sinvivir por no saber cuándo nos vamos a examinar y por no poder organizar bien el estudio de cara a una fecha aproximada. Pero ese sinvivir se convierte en "con lo bien que estaba yo" cuando una mañana cualquiera te tropiezas con el BOE o te llega un whatsapp del más enterado del grupo que te avisa de que ya hay convocatoria.

Te despiertas temprano, como cada día, ha sonado el despertador pero a ti te ha llegado la señal de levantarse unos quince minutos después, desayunas, te metes intravenoso un buen café y casi inmediatamente otro para despegar los párpados, te sientas en la mesa de estudio delante de los apuntes y suena un ruido. Es el móvil, lo coges para leer lo que pone antes de silenciarlo y delante de tus narices, la frase que lo cambia todo "Estamos convocados".

Lo vuelves a leer porque puede que hayas entendido mal, pero la frase ahora suena con más fuerza; Estamos convocados.
¡¡¡Ahhhh!!!¡¡¡¡No me va a dar tiempo!!!!

Pocas veces me he topado con alguien que diga muy tranquilamente : perfecto, voy sobrado.

No, el opositor de a pie empieza a tener un temblor de arriba a abajo de su cuerpo mientras cuenta los temas de repaso que le quedan, y se da cuenta de que le sobraba el segundo café cuando da vueltas por el cuarto sin saber qué hacer o dónde ir.

Yo, una vez que sabía que estaba convocada no era capaz de estar de ninguna otra manera.

- Hola María, ¿Cómo estás?- pregunta el que sea.
- Convocada. Convocada. Convocada.

Y da igual que falten tres semanas que ocho meses para examinarte, tú solo estás CONVOCADO y lo más alucinante es que el resto no se dé cuenta.

- Oye, ¿Vamos al cine el sábado?
- ¿Al cine? Estoy convocado, imposible.


- Cariño, te he pedido cita con el dentista el martes- comenta tu madre.
- ¿Qué? ¿Cómo quieres que vaya si estoy convocada? CONVOCADA MAMÁ, CONVOCADA.


- Hola, ¿Cómo llevas el estudio?
- Pues estoy convocado.
- Que bien, no lo sabía.
- ¿Cómo es posible que no lo supieras? Ha salido en el BOE- dices extrañado y con un tic nervioso en el ojo que no te ha dejado ni un segundo desde que salió la convocatoria.

Y Miliki preguntó ¿ Cómo están ustedeeeeeesssssss?