miércoles, 23 de diciembre de 2015

Estudiar en navidad

Acaba de llegar la Navidad y con ella regresamos a casa con los nuestros,  o son los nuestros los que vuelven. Un hermano que estudia lejos, los sobrinos, los abuelos... y con ello, la familia y las sobremesas hablando de todo y de nada, y mucha gente en casa, ruido, mucho ruido.

Durante la oposición las Navidades eran las fiestas que más me gustaban, pero también las que más factura me pasaban.

Es difícil estudiar cuando sabes que están todos de vacaciones,  pero estudiar cuando además están todos bajo el mismo techo es complicadísimo.

Durante los días que volvía a casa siempre instalaba mi mesa de estudio en el comedor, porque era la mesa más larga de toda la casa y porque la sala era lo suficientemente grande como para cantar temas dando vueltas sin tropezarme conmigo misma.

La imagen más clara de la conciliación entre estudio y Navidad la vivía cada 24 de diciembre, en el que me metía los tapones hasta el cerebro mientras mi madre colocaba las copas, los platos, el centro de mesa, y yo, a escasos centímetros, reivindicaba mi derecho a ocupar ese sitio hasta las 8 de la tarde.

Una parte de la mesa se coronaba con copas alargadas y servilletas de tela cuidadosamente colocadas y la otra con folios esparcidos, temas y bolígrafos. La cara y la cruz de toda mesa. Mitad diversión y reunión, mitad esfuerzo y soledad.

Curiosamente siendo las fechas en las que renunciaba a más para cumplir mis expectativas, menos me cundía, porque al final, por mucho que estemos estudiando, todos queremos estar en esas sobremesas, en esas tardes de cine familiar, de cena con los amigos, viendo las películas malas de las cuatro de la tarde después de toda comilona.

Precisamente por ello, me di cuenta de lo importante que es organizarse el estudio en las fiestas de Navidad, teniendo en mente las vacaciones que da el preparador y los planes que se gestan en casa cada día. Si no puedes con ellos, únete. Hay que ser realistas a la hora de hacerse los horarios de estudio, probablemente no nos vayan a cundir cinco horas seguidas cuando tienes plantado en el salón a toda la familia comiendo turrón y contando batallitas a carcajada limpia.

Con el tiempo descubrí que lo mejor que podía hacer era repartir los días libres en medias jornadas dependiendo de los planes familiares y aprovechar las horas en las que no fuera a haber nadie en casa. Normalmente madrugaba para estudiar las horas de la mañana de silencio total, y hacia coincidir mi segundo café con el desayuno de mis hermanos.

La mejor manera de que las Navidades no terminen siendo una cruz, es ser conscientes de que no va a cundir todo el día, pero procurar estar motivado y centrado las horas que vayamos a dedicar. Buscar una biblioteca próxima a casa a la que poder huir, si fuera necesario, entre fun, fun, fun. Y priorizar los planes que sí queremos y las obligaciones de las que podemos librarnos precisamente por tener que estudiar ( no todo son desventajas...)

Buenas vacaciones a los que las tenéis y a los que no, os deseo una muy buena conciliación estudio/Navidad.


Feliz Navidad! 

1 comentario:

  1. Feliz navidad mery poppins!!
    Podrias poner que dias te tomabas tu libre en navidad? Me suena haber leido q te examinaste en marzo. Que dias te cogiste esas navidades pasadas?
    Y me imagino que te cogerias también libre el dia de ir de madrid a casa de tus padres y el de vuelta???

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