Se me pasó por la cabeza que a mi hermano pequeño le había pasado
algo. Pensé que venían a darme la noticia de que mi hermano había muerto. No sé
por qué pensé eso, imagino que por la cara que llevaban mis padres. Igual
pensaban que al vivir sola y con las circunstancias de la oposición la noticia
me hundiría. No sé por qué pensé lo de mi hermano.
Respiré hondo, no me atrevía a abrir la
puerta. Quería disfrutar de esos últimos instantes en los que aún no conoces
una noticia terrible. Aguanté unos segundos más. No quiero abrir, no quiero
saberlo, pensaba.
A mis pies seguía la retahíla de primeros
ladridos, como si él también quisiera espantar lo que llegaba al otro lado de
la puerta.
Abrí. Mis padres me sonrieron, entraron
como si fuera lo más normal del mundo.
- ¿Qué pasa?- pregunté
- Nada, que va a pasar- contestó mi madre
empezando a llorar.
- Decidme que ha pasado- insistí yo, temblando de arriba a abajo. No me podía creer estar en esa situación. Acabábamos de
estar todos juntos en casa. Habíamos pasado las navidades juntos.
Fijé la atención en mi padre. Estaba mirando la mesa de estudio, el flexo encendido iluminando el código civil y todo el despliegue de bolis, post it y folios sucios que acumulaba a diario en mi escritorio. Me miró a los ojos, volvió a mirar la mesa, como si su presencia hiciera todavía más difícil dar la noticia.
- Tus temas- dijo, como si eso lo explicara todo. Es cierto que desde que los mandé por correo se habían sucedido una serie de problemas, se habían extraviado, se habían confundido de ciudad, estaban de camino...o eso me habían dicho. -Han perdido el paquete, todos
tus temas. No tienes temario- añadió.
- ¿Estáis todos bien? ¿Estamos todos
bien?- pregunté desesperada. Creo que ni tan siquiera había procesado la
palabra tema.
- Sí, claro. Todos estamos bien- contestó
mi padre extrañado, esperando ver una reacción a lo que me acababa de decir.
- Estamos todos bien- repetí
yo, respirando profundamente, como si acabara de abrir la ventana de par en par
y hubiera conseguido echar la idea de la muerte de mi casa.
Parte4
Parte4
madreee miaaa se me.acaban de.poner los pelos de punta!
ResponderEliminarqué horror para un opositor!
te leo desde q empezaste a escribir y quiero felicitarte porque escribes de lujo y reflejas con tono de humor la vida de la oposicioón.
Olé por tu entereza al recibir la.noticia, olé por levantarte del palo y otro olé más por contarnoslo!
Beso desde Sevilla y sigue escribiendo que alegras los días de estudio!
Mil gracias! al final siempre resulta que somos más fuertes de lo que pensamos.
EliminarDespués de contar esto prometo no ponerme tan deprimente y poder alegraros un poco el día...jejej
¡¡Hola!!
ResponderEliminarHoy mismo he leído la parte 2 y 3, menos mal que tenías las dos publicadas porque después de leer la 2, me hubiera quedado muy intrigada sin la tercera jiji
Lo del perrito intentando llamar la atención (de la parte 2) me ha hecho mucha gracia porque el mío hace lo mismo, ¡¡como un perrito no hay nada!! :D
¡Besitos!
Muchas gracias!! A veces pienso que os estoy metiendo un rollo que igual no os interesa. Pero son estos comentarios o los mensajes por privado los que me animan a seguir contando.
EliminarPor error, el viernes borré un comentario que preguntaba que cómo no tenía los temas en casa conmigo. Pues la historia es que como para ir a casa de mis padres tenía que coger avión, fui cambiando de medio de traslado de los temas. Al principio cuando me llevaba unos cuantos los metía en la maleta y no la embarcaba y sin problema, pero cuando me empecé a tener que llevar prácticamente todo el temario del primer exámen ya no me cabían en una maleta de mano y pesaban como un muerto, así que por seguridad, por si en una de esas me perdían la maleta, me los empecé a mandar de puerta a puerta...por seguridad...
ResponderEliminar¡Hola! Fui yo quien preguntó lo de los temas y hoy por casualidad he visto tu comentario. ¡Muchas gracias por la aclaración!
EliminarMe acabo de poner al día con tu historia con las nuevas entradas y la verdad es que me sigue asombrando tu entereza para recuperarte del mal trago. Eres realmente una valiente.
Por cierto, enhorabuena por el blog, me encanta y creo que nos sirve a muchos opositores :)