jueves, 21 de julio de 2016

La necesidad de reiniciarse

Estamos en pleno mes de julio, no hace falta que lo jure, ¿verdad?

Basta con abrir las ventanas del opozulo a las 8 de la mañana y recibir una buena torta de calor que ahí se queda en plena cara durante todo el día. Basta con contar las veces que las piernas se nos quedan pegadas a la silla, o que los folios de los temas se nos pegan a los brazos, porque es julio, y se suda como pollos.

Además,a eso juntamos, que nadie, absolutamente nadie, se acuerda de que hay una parte de la sociedad que dedica su tiempo a estudiar, y que lo hace sea el día que sea, y haga el calor que haga, y prácticamente no hay ninguna biblioteca abierta en la que mendigar algo de aire acondicionado.

Sí, puedo sentir el cabreo que os va subiendo por el cuerpo y que luego cae como otra gota más de sudor...

Respirad hondo y contad los días que os quedan para las ansiadas vacaciones porque lo bueno de este tiempodemierdainaguantablequemequitalasganasdevivir es que en breve toca reiniciarse. Cerrar los códigos, guardar los apuntes, recoger la mesa y saber lo que es quedarse en la cama por el simple placer de quedarse, o dar una vuelta porque me da la gana, y tomarme una cerveza y lo que surja porque al día siguiente no se estudia.

A lo largo de mis años opositando cometí muchos errores, y uno de ellos, era pensar al principio, que las vacaciones eran días perdidos, y me costaba horrores disfrutar de los días libres. Me sentía culpable, pensaba que los temas se diluían en mi memoria a la vez que mi cuerpo se empezaba a relajar por primera vez, y me encontraba con el comienzo de "nuevo curso" sin haber sabido disfrutar.

Vosotros no seáis igual de insensatos que yo, porque los descansos son tan importantes como las horas de estudio, y para pegarse las palizas de las semanas previas, hay que tener reservas guardadas en algún lugar.

Pégate una ducha fría, pensando que en breve será un baño en alguna piscina o playa, ásate de calor frente a los temas sabiendo que en breve el silencio del cuarto se ahogará con alguna canción del verano desde cualquier chiringuito o terraza, y aprovecha bien las últimas horas de estudio, porque en nada te toca horas de vida, de vida de la de verdad.

ÁNIMO, EN NADA TOCA VACACIONES!!!!!