lunes, 19 de octubre de 2015

"Los renglones torcidos de Dios"

Llegar a un sitio nuevo nunca es agradable, estás inseguro, te da vergüenza y no sabes lo que te vas a encontrar.

Llegar a un colegio mayor para opositar es mucho peor, porque estás inseguro, te da vergüenza, no sabes lo que te vas a encontrar y el plan es pasarse ahí dentro las 24 horas del días con la excepción del día libre y de las horas de cante con el preparador.

Ya sabéis como fue la primera comida en el colegio, las instrucciones que me dieron, las preguntas prohibidas, y las miradas clavadas en mi nuca.

Lo que aún no sabéis es lo que se cuece entre las cuatro paredes de un colegio mayor en el que se supone que se preparan parte de los que en el futuro ocuparán puestos de gran relevancia, los futuros jueces, fiscales, abogados del estado, notarios, registradores, inspectores...

A grandes rasgos la gente es medianamente normal, de hecho, en mi caso encontré gente increíble con la que espero seguir en contacto siempre.

Sin embargo, cuando preparaba las cosas en casa y mi madre me hacía meter los mejores pijamas en la maleta y me compraba ropa para estudiar cómoda pero decente, no me podía imaginar que iba a encontrarme con alguien  que desayunaría, comería y cenaría carne cruda con vinagre, o que habría una persona que cada año cumpliría un año menos y que como en las películas en las que alguien ha sido despedido y se pasa el día en el parque vestido de traje y con el maletín esperando el momento de poder llegar a casa, los días de cante le tocaría salir del colegio, darse una vuelta por el centro y volver, porque ¿dónde cantar cuando en realidad no preparas ninguna oposición?

Es curioso como siempre nos imaginamos las cosas muy distintas a lo que son. Cuando pensaba en opositores me imaginaba a gente seria, con gafas (siempre me los imaginaba con gafas), muy reconcentrados, y temía no saber hacer amigos.

Luego te encuentras una mañana escuchando a una chica que no es capaz de callar ni debajo del agua, por el mero hecho de haberle comentado, que qué buena idea tener tomates para las tostadas, y resulta que llevas veinte minutos escuchando hablar de los distintos tipos de tomate, la forma de cortarlos,los colores, los precios...

O un día escuchas en uno de los pasillos una discusión y un "ojalá no apruebes nunca" y notas como tu respiración y la del resto de los colegiales se paraliza, y se hace el silencio, como si quisiéramos que la amenaza no se diera cuenta de que estamos allí y pasara de largo sin rozarnos.

Cuando piensas en un colegio mayor de opositores no crees que terminarás un día a las 2 de la mañana metida vestida en la piscina con otras tres amigas más, solo porque una ha dicho " a que no hay huevos..." y como es lo más espontáneo que piensas hacer en los próximos años piensas..."qué narices"

Cuando pensaba en las horas de estudio que pasaría en mi cuarto, no me imaginé nunca que estar repasando la sustitución fideicomisaría mientras se escuchan gritos de los colegios mayores vecinos "MI ABUELO MATÓ AL TUYO EN LA GUERRA" "TU ABUELO NO TENÍA NI PARA BALAS"... todo muy normal.

Lo bueno de vivir estas situaciones es que le vas quitando hierro a la vida, porque cuando ves como un futuro notario pierde 10 kilos un mes antes de su examen, o como una recién aprobada jueza te dice que ahora le toca aprender cómo se vive una vida normal, te das cuenta de que al fin y al cabo somos personas, con nuestras alegrías y nuestras penas y complejos.



6 comentarios:

  1. Jaajajajajaj muy buena entrada! Pero me hubiese gustado más detalles de cada una de esas situaciones! No he entendido muy bien lo del opositor que se iba al centro los dias de cante porque no tenia donde cantar! Que hacia en la residencia?

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    1. Oído cocina! me reservo entradas más detalladas del cole, a veces no me meto en profundidad porque pienso que no os va a interesar, pero me alegro de que queráis saber de esas situaciones.
      Era una chica que había preparado varios años una oposición, pero llevaba un par sin hacer nada, no lo decía por supuesto, era un secreto a voces! Qué hacía allí es un misterio que nadie comprendía, porque menudo coñazo fingir que estas opositando...peor que hacerlo de verdad!jajaj

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  2. Hola!! Fui yo la que te pidió la entrada sobre tu etapa en el colegio mayor y aunque en el comentario me refería a algo más serio también estaba deseando ver entradas de este tipo :) Jajajajajajajajaja lo que me he podido reír.... me ha encantado! Ojalá hagas alguna otra entrada similar :) Y lo peor es saber que esas manías existen en la realidad :P
    Respecto al que no se preparaba ninguna oposición yo tampoco lo entendí muy bien...pensaba que en el colegio mayor llevaban un control sobre eso! En cualquier caso hago la misma pregunta que el comentario anterior, ¿qué hacía allí?

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    1. Sí, no te preocupes que la entrada sobre qué tal la residencia, si lo recomiendo, opiniones, está pendiente, eso mejor tomando un café...jejjeej
      El control que llevaban en el colegio de los colegiales era muy liviano.Consiste en rellenar una hoja cada año que te firma tu preparador y aleatoriamente deciden llamar a un par para verificar datos. En los tres años que yo estuve nunca llamaron a mis preparadores, así que imagino que es fácil que no se den cuenta.
      ¿Qué hacía allí? pues no lo entiendo, es cierto que el colegio era más barato y que te lo hacían todo, limpieza, comida...pero no creo que a nadie le compense fingir que no tiene vida más allá de las cuatro paredes del colegio por un precio más bajo...
      Era una persona muy "curiosa" por decirlo de una manera suave... cada año tenía menos edad, se inventaba historias... como veo que os interesa ya le caerá una entrada solo para ella...jjajajaja

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  3. Sisi!!! Nos interesa!!! Que gente mss extraña jajajajajaja. Y se pasaba todo el dia en su cuarto encerrada??? Un dia hablando cln un exopositor (ahora abogado) me dijo que el habia estado en un colegio mayor y calificó ese ambiente como "un ambiente enfermozo" y también me contó que habia unl que en mitad de la noche se ponia a hacer ruido para fastidiar a los demás y que al dia siguiente no pudiesen estudiar.... Mucha envidia y competecia dijo y gente muy rarita.

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  4. Hola, el año que viene empiezo a opositar y estoy buscando colegios mayores. Quería preguntarte en qué colegio opositaste tú y cómo fue tu experiencia allí.
    Un saludo

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