lunes, 26 de octubre de 2015

vestida para triunfar

I´m gonna get dressed for sucess...

Esta canción sonaba en mi cabeza mientras disfrutaba de unas horas fuera de mi celda en busca de una americana para " el gran día"

Ese día tuve una pequeña charla conmigo misma y con mi futura chaqueta del examen. Nos miramos muy atentamente a la cara la yo de un lado del espejo,  la que vestía pijamas y tazas de autoayuda, con ojeras, cansada y acojonada por la proximidad del día del juicio final, y la yo del otro lado, la de la americana.

Me senté en el taburete del probador e hice como que me ponía a cantar un tema, gesticulaba como si explicara la compraventa, la filiación o los derechos del cónyuge viudo en el derecho navarro. En cuestión de segundos pasaba de estar excitadísima imaginándome hacer un oral de la leche y dejar al tribunal pasmado y diez segundos más tarde me hacía pequeña dentro de esa americana y quería volver a ponerme mi pijama y olvidar por un momento que los días de estudio van encaminados al día del examen.

-¿Cómo te ves?- preguntaba la dependienta, asomando sus zapatos negros por debajo del probador.

- Bien, no lo sé, estoy dudosa- decía yo, cuando en realidad quería gritar- déjame en paz, coño, que estoy haciendo mi examen imaginario.

Luego llegaba mi madre al probador con cuatro chaquetas más, porque estaba feliz de estar de compras con la hija perdida y hallada por una tarde.

Después de negarme a probarme las demás, porque había tenido un pálpito con la primera, nos marchamos.

- Con esta voy a aprobar, mamá- le decía ceremoniosamente, porque si mi vida hubiera sido una película, en la siguiente escena hubiéramos aparecido yo y mi americana celebrando el aprobado ¡¡¡yuhu!!!! Pero era la vida real, la puta vida real, así que aún quedaban días de encierro y golpes que recibir.

Con la ropa del examen ya en el armario volví a mi rutina, a las vueltas de repaso, los cantes interminables y los simulacros.

Un día una compañera de oposición me dijo que había practicado frente al espejo con el traje puesto, y resonó en mi cabeza como la mejor idea del mundo.

Puesto que todas las mañanas me tocaba cantarme temas de repaso, empecé a colocarme parte del traje, y mi americana y yo nos plantábamos delante del espejo que había en mi habitación a recitar los temas.

Examinaba mis caras, el movimiento de mis cejas, mis manos, y mi americana, la americana con la que iba a aprobar la oposición.

Me paseaba por mi cuarto recitando artículos con el pantalón del pijama y la chaqueta puesta, como si eso le diera al estudio un carácter más serio, más de días previos.

Llegó el día del examen, me coloqué el traje y me miré en el espejo enorme del cuarto de baño del hotel. Reconocí la imagen que ya había visto tantas veces en el espejo de mi cuarto.

Decidí que los nervios se irían si me disimulaba a mí misma que los tenía, así que mientras me lavaba los dientes, murmuré la canción preparatoria del éxito ...I´m gonna get dressed for success, shaping me up for the big time ¡baby! y me movía a ritmo de la canción que sonaba en mi cabeza.

Si mi vida nuevamente fuera una película, de la escena del baile y la canción frente al espejo, hubiéramos pasado a la escena en la que entro nuevamente en la habitación del hotel y lanzo la chaqueta sobre la cama por no haberme llevado al éxito. En esta ocasión sí ocurrió así, me quité el traje como si me quemara, sintiéndome traicionada por esa ropa que me había visto estudiar y recitar temas sin descanso.

Tiempo después volví a plantarme la americana para ir a mi primer juicio. Volvió a resonar en mi cabeza la canción del triunfo "I´m gonna get dressed for success..." y con maletín semi vacío, con una toga que me quedaba enorme y con mi americana, gané por primera vez.



12 comentarios:

  1. entro para decir que tienes talento para escribir, no vas a vivir de ello, pero tenía que decirlo.

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    1. Te agradezco mucho el comentario. Uno de mis sueños de siempre ha sido cruzarme en una estación con alguien que estuviera leyendo uno de mis libros...quién sabe.
      Nuevamente, gracias por entrar para decir esto.

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  2. Es una delicia leerte y que desconectar con tus entradas, unas te arrancan una carcaja como la de hoy y en otras haces que se nos caiga la lagrimilla.

    Yo también canté la canción de Roxette al probarme el traje. No hubo suerte tampoco pero lo sigo intentando una vez más.

    Enhorabuena por tu forma de escribir(estoy segura de que en nada verás a alguien en el tren con tu libro) enhorabuena por tu valentía y por tu forma positiva de ver la vida!

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    1. No me puedo creer lo de la canción de Roxette, que coincidencia.
      Lo que está claro, por tu experiencia y por la mía, es que no es canción para aprobar...tendrás que renovar el repertorio.
      Muchas gracias por tu comentario y ánimo con el nuevo intento, seguro que esta es la definitiva!!!!

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  3. Si, si, un talento enorme. No es nada fácil transmitir emociones y sentimientos tan dramáticos sin pasarse, y aún más encontrar en el interior de tu alma la chispa precisa para reírte de ti misma y de lo vivido sin resultar patética. Y tú lo estás consiguiendo entrada tras entrada
    Yo tampoco dudo que tu referencia a la estación, al libro y su lector se llegue a cumplir algún día. Felicidades

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    1. Muchísimas gracias por el comentario!!que subidón! Creo que es sano reírse de uno mismo, y lo cierto es que vivir una oposición tiene mil detalles y situaciones que dudas si echarte a reír o ponerte a llorar...
      Me alegro de que te guste.

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  4. La primera vez que yo fui a mi examen hice exactamente lo mismo que tú pero en mi caso eran los pantalones del aprobado (que me quedaban de muerte, en mi humilde opinión). Dos días antes del examen, me planté los pantalones para mirarme en el espejo en plan Opositora-Aprobada.
    Estaba descalza, me pisé el bajo del pantalón y se me hizo una rasgadura que podría haber aprobado más por lo que enseñaba que por lo que decía. En fin.

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    1. jajajajaj. Me encanta lo de tu rasgadura del pantalón...igual el tribunal no buscaba tanta información...jajaja
      Y lo de mirarse en el espejo en plan opositora- aprobada es tal cual, yo casi me veía entrando en mi notaría y atendiendo a una ancianita (no sé por qué, pero mi primer cliente en mi cabeza era una ancianita)jajaja
      Seguro que con tu próximo pantalón apruebas!!!

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  5. Se me he saltado alguna lagrimilla al recordar esos días en los que me enfundaba mi vestido convenciéndome que con esa ropa iba a aprobar (tenía pinta de notaria). Estudiando en casa con los tacones puestos, mentalizándome que así vestiría cuando fuese Notaria. Después de saber que no había aprobado no he vuelto a mirar la ropa que llevé. Enhorabuena porque has conseguido emocionarme!!

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    1. Muchas gracias María!
      Ya verás como ese vestido está presente en muchas firmas de compraventas, testamentos, consultas....seguro que sí!!
      ÁNIMO!!!

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  6. Me ha encantado este post. Me he puesto a llorar como una idiota al final. Me veo en la tesitura de elegir cuál será mi traje para el primero de los exámenes de mi oposición (q será en un mes) y el factor "tiene q darme suerte" jugará mucho en la elección...
    Desde que leí tus entradas sobre cómo Correos perdió tus apuntes, tengo un sentimiento de admiración por tu valentía llegando al examen con la cabeza bien alta y ganas de abrazarte. Solo un opositor sabe el valor que tienen esos folios.
    Sigue escribiendo, es un placer leerte.
    Mucha suerte!!

    Carmen.-

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    1. Me encanta tu comentario Liedchen, muchas gracias!
      Pues ahora que estás en busca del traje te recomiendo algo que te dé buen pálpito y que sea cómodo, que no tengas que estar pendiente de si te aprieta esto o te pisas lo otro o te da calor.
      Ojalá dentro de un mes nos cuentes que con lo que te hayas puesto has aprobado!!!! ánimo y mucha suerte, tú puedes!!!

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