Al fin y al cabo, por mucho que a veces nos cueste asumirlo,
o por el miedo que da que llegue, todo lo hecho hasta el momento ha sido dar pequeños pasos en dirección al día del examen.
En mi opinión, no se hace pasillo las horas antes de que te
llamen para entrar en sala, sino que se lleva recorriendo desde el día que te
presentas en la academia, subrayas tu primer tema, cantas frente al preparador,
acumulas temas, haces simulacros…incluso los días libres forman parte de ese
pasillo.
No se trata de un examen de facultad en el que compense ir
de empalmada para soltar lo que hemos metido intravenoso la semana anterior,
esto es otra cosa muy distinta.
Aquí hay años de sacrificio, despertadores incansables,
cafés milagrosos, cantes sin música, vacaciones concentradas en escasos días,
semanas sin puentes, puentes sin estructura sólida, ventanas y paredes que nos
observan, temas que nos retan, días que nos pueden y otros a los que podemos
nosotros.
Siempre he pensado que esto se parece a unas olimpiadas. Los
deportistas llevan cuatro años esperando su día, viviendo de cara a ese momento, las
horas de sueño, de entrenamiento, lo que comen, lo que no beben, la
concentración, la visualización de su éxito, la esperanza de que no haya un
resbalón, una lesión. Cuatro años dedicados a unos minutos de coreografía, de
salto, de carrera…
Nuestro caso es el mismo, todo el camino recorrido nos lleva
a esa hora de examen, a esos temas, a ese vaso de agua servido entre tembleques y
que raras veces se toca, a esa corbata que nos aprieta y americana que nos hace
sentir extraños, como si la cosa fuera en serio.
Tras tanto sacrificio y entrenamiento, me atrevo a aconsejar
lo que seguramente les dirán a los deportistas:
El cuerpo es una máquina, si lo
llevas al extremo se rompe y no responde, así que lo mejor que puedes hacer a
las puertas del examen es concentrarte, visualizar las bolas que quieres sacar,
visualizarte cantando como nunca, dormir, ir descansado y confiar en todo el
pasillo que llevas recorrido.
Yo tambien he pensado siempre que esto es una maratón y que es tan importante darlo todo por el camino como estar a tope al final. ojalá todos lo consigamos!
ResponderEliminarSeguro que sí, con ganas, esfuerzo y un poco de suerte la meta llega un día. Ánimo oposito!
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ResponderEliminarOjala todos lleguemos a saber que esto es tan sólo un medio si no se consigue el fin pretendido, y como tal hay que tomarlo. Que hay que saber dejarlo a tiempo y con la mejor de las sonrisas. Y que aun cuando es más que difícil, por no decir casi casi imposible, recobrar la cordura en el más breve plazo posible, hay que intentarlo, empeñarse en ello y conseguirlo cueste lo que cueste. ¡Mañana puede ser un gran día! que creo que cantaba Serrat.
Si no he sacado la oposición pretendida, ¿qué le voy a hacer?, ¡Lo que sé no me lo quita nadie y voy a rentabilizarlo al máximo!
Totalmente de acuerdo contigo argamenon. Es cierto que el golpe es duro y te deja aturdido un tiempo, pero hay que levantarse y saber que hay otras rutas. La vida tiene muchas versiones de sí misma.
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